Las mediciones sistemáticas de temperatura, con el propósito de monitorear el clima, se realizan desde 1880. Ya no es una novedad la imposición de récords de temperatura cada cierto tiempo. En los 135 años transcurridos desde que comenzaron las mediciones, el primer semestre de 2015 ha sido el más caliente de la historia. El calentamiento global sigue su curso.
Primero fue necesario el termómetro
En la antigüedad, por experiencia, el ser humano conocía el frío y el calor, pero no tenían noción de por qué el mismo cuerpo podía estar caliente una temporada y helado en otra. El día era caluroso o fresco, pero no sabían en qué medida. Hubo que esperar hasta el siglo XIX, con el desarrollo de la termodinámica, para entender que la temperatura de los objetos se incrementa cuando la energía cinética por el movimiento de sus partículas es mayor. Sin embargo, la medición de la temperatura fue anterior a este descubrimiento.
El invento del termómetro es atribuido a Galileo Galilei, a finales del siglo XVI, o al menos el de su precursor, el termoscopio, un aparato que daba una idea de la temperatura, calentando agua en un tubo, pero que no tenía una escala de graduación. Algunos años después, a principios del siglo XVII, al perspicaz médico italiano Santorio Santorio, se le ocurrió hacerle una escala al tubo de su paisano y utilizarlo para medir la fiebre de sus pacientes.
Fue el físico alemán Daniel Gabriel Fahrenheit, en 1714, el primero en utilizar mercurio en los termómetros, reemplazando el alcohol. Los termómetros de mercurio han sido prohibidos en algunos países, por razones ambientales, pero siguen siendo ampliamente utilizados en otros. Fahrenheit inventó también la escala de temperaturas que lleva su nombre, utilizada principalmente en Estados Unidos. La escala más común, la de grados centígrados, fue creada por el físico y astrónomo sueco Anders Celsius, con un patrón de los cien grados que separan el punto de congelación del agua de su punto de ebullición.
La temperatura más alta alcanzada en un laboratorio ha sido de 4 billones de grados C, pero estos récords no suelen durar mucho. Por el otro extremo, se han alcanzado temperaturaspróximas al cero absoluto (-273,15° C). Se supone que al cero absoluto es imposible llegar, según la tercera ley de la termodinámica.
La temperatura más alta alcanzada en un laboratorio ha sido de 4 billones de grados C, pero estos récords no suelen durar mucho. Por el otro extremo, se han alcanzado temperaturaspróximas al cero absoluto (-273,15° C). Se supone que al cero absoluto es imposible llegar, según la tercera ley de la termodinámica.
Los extremos puntuales son otros, pero ya el calentamiento global es alarmante
Algunas zonas desérticas del planeta se disputan el privilegio de registrar la temperatura natural más elevada. Los mexicanos tienen un lugar muy cálido, el Desierto de Sonora, donde se han registrado temperaturas próximas a los 60° C. Los estadounidenses van cerca, con su infernalValle de la Muerte, en California.
En Argentina se han registrado calores cercanos a los 50° C en la provincia de Córdoba. Pero cuando se habla del calentamiento global, se hace referencia a la temperatura promedio del planeta, que es medida mediante un modelo climatológico muy complejo. Ello implica medir la temperatura en todos los continentes y en todos los océanos, para explicarlo de la manera más simple posible.
El primer semestre de 2015 ha sido el más caliente de la historia, tanto en la superficie terrestre, como en la del mar. La temperatura global superó en 0,09° C la marca anterior, registrada en 2010. Pero estos registros hay que verlos en una perspectiva de más largo plazo. La temperatura promedio del primer semestre del año en curso superó en 0,85° C el promedio del siglo XX.
Es muy preocupante que un mismo primer semestre establezca marcas indeseadas tanto en la tierra como en el mar. Sobre la tierra, el primer semestre de 2015 le quitó el récord al año 2007 (+0,13° C) y sobre el mar el año destronado fue 2010 (+0,04° C).
Quisiéramos ser optimistas, pero no hay lugar para ilusiones infundadas; el año en curso será, casi con certeza, el año más caliente de la historia. No queda más que seguir insistiendo y presionando por acciones ambientales más efectivas, ¿no te parece?.
Quisiéramos ser optimistas, pero no hay lugar para ilusiones infundadas; el año en curso será, casi con certeza, el año más caliente de la historia. No queda más que seguir insistiendo y presionando por acciones ambientales más efectivas, ¿no te parece?.